En ocasiones siento que araño los límites de la razón, me siento impulsado fuera de ella por una fuerza que no comprendo, que se encuentra fuera de mí, ajena a toda mi voluntad. Me produce cierto temor, no me quiero ir de este mundo. Allá no alcanzo a percibir nada, al parecer sólo hay vacío, soledad. No te puedes aferrar, no hay a que hacerlo. Sólo soy un objeto en la inmensidad y la mente se aterra de estar tan sola y no poder ejercer su voluntad sobre el vacío.
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