jueves, 22 de abril de 2010

-…me gustó lo que dijiste.
-Te gustó, suena bonito. Te gustaría que las cosas fueran de ese modo. Creo que por eso te agradó. Sin embargo, nuestras vidas se escapan de las palabras y de la ensoñación que éstas nos provocan. Nuestras vidas no corren la misma suerte que ellas, éstas se desvanecen y, si tienen suerte, quedan plasmadas con tinta sobre algún papel. Sí, las palabras sólo dejan huella en el papel.
- ¿Y nuestras vidas dejan huella sobre la piel?
-…
-¿Y las palabras, qué nos dejan cuando las leemos sobre el papel?
-…

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